Tratamiento de obsesiones y pensamientos intrusivos en Todo Psicología en Tenerife
- Jesús Castro Rodríguez

- hace 6 días
- 4 Min. de lectura

¿Qué entendemos por obsesiones y pensamientos intrusivos?
Los pensamientos intrusivos son ideas, imágenes o impulsos que asaltan la mente de forma repetitiva e involuntaria, generando malestar, ansiedad o culpa. Cuando se asocian además conductas de evitación, rituales o intentos de neutralización, hablamos de un problema obsesivo-compulsivo. En el día a día, estos procesos pueden minar la calidad de vida al interferir con el descanso, la concentración, las relaciones sociales o la seguridad interior.
En nuestro centro en Tenerife atendemos a personas que presentan este tipo de experiencias: inquietud constante ante ciertos pensamientos, la sensación de “no parar de pensar” o de que esos pensamientos “no me pertenecen”, y una dificultad para integrarlos en su vida de forma coherente.
La terapia
Nuestro modelo de tratamiento parte de varias premisas clave:
La experiencia de cada persona es única y construida —no hay “pensamientos buenos” o “malos” en abstracto, sino modos particulares de interpretar, dar sentido y organizar nuestra vida psíquica.
Las obsesiones no son cogniciones que “hay que borrar”, sino señalizadores de una organización de significado personal que necesita comprensión, integración y transformación.
El terapeuta actúa menos como “corrector de pensamientos” y más como guía experta que ayuda al paciente a observar su modo de estructurar su vida mental, emocional y relacional, y a posibilitar un cambio de perspectiva.
El objetivo es que la persona conecte con su propia experiencia, comprenda su funcionamiento mental y emocional, y reordene su mundo interno de forma más coherente, flexible y satisfactorio.
¿Cómo aplicamos este enfoque en el tratamiento de las obsesiones y pensamientos intrusivos?
A continuación, mostramos los pasos que seguimos en nuestra práctica en Tenerife, con la participación de nuestros profesionales: María José Afonso Rodríguez y Jesús Castro Rodríguez.
1. Exploración de la experiencia y determinación del patrón
En primer lugar, recogemos la historia de vida de la persona, prestando atención a cómo ha ido construyendo su sentido del «yo», qué significan para ella los pensamientos intrusivos, qué emociones y reacciones les acompañan. Este análisis considera no solo contenido, sino forma de experiencia: ¿cómo interpreto estos pensamientos?, ¿qué significan para mi identidad?, ¿qué hago cuando aparecen?, ¿qué evitaciones o rituales se activan?
2. Psicoeducación
En este punto explicamos el modelo al paciente: el hecho de que la mente tiende a generar estructuras de significado, que los pensamientos intrusivos son una señal de que algo en esa estructura está rígido o disfuncional, y que la labor no es “deshacerse” de ellos sino entenderlos, integrarlos y reorganizar su función. Se introduce además la dimensión de regulación emocional: observar cómo el cuerpo, la emoción y el pensamiento interactúan.
3. Intervención en el nivel de la metacognición y la estructura de significado
Se trabaja:
La toma de conciencia de cómo se genera el malestar, no solo qué se piensa.
La reconstrucción de la narrativa personal en torno a los pensamientos intrusivos: ¿qué parte de mi identidad queda movilizada por esto?, ¿qué implicaciones tiene mi modo de pensar con mis valores y mis vínculos?
Procuramos que la persona revise su experiencia desde distintos ángulos, fomentando la flexibilidad y la pluralidad de significado.
4. Integración experiencial y cambio estructural
El objetivo es que la persona desde Tenerife/Islas Canarias pueda:
Reconocer los patrones que le mantienen en la repetición de pensamientos intrusivos (evitaciones, rituales, interpretaciones rígidas).
Experimentar nuevas formas de relacionarse con esos pensamientos —no solo neutralizarlos, sino darles un lugar en su vida desde una nueva lógica interna.
Consolidar un sentido de identidad más coherente, flexible y acorde con su mundo emocional y vital.
5. Prevención de recaídas y generalización en el contexto canario
Una vez iniciado el cambio, ayudamos al paciente a desplegarlo en su entorno real: vida en Tenerife, relaciones, trabajo, ocio, ritmos insulares. Porque el contexto importa: nuestras dinámicas de vida en Canarias, las redes sociales, el entorno cultural y ambiental influyen en cómo se estructuran los pensamientos y el malestar. Por ello, el plan de tratamiento también contempla “hacer vida” con el nuevo funcionamiento mental.
¿Qué pueden esperar quienes acuden a nuestro centro de Tenerife?
Una comprensión profunda de por qué surgen los pensamientos intrusivos, más allá de tratar de “pararlos”.
Una experiencia terapéutica donde tú eres el experto de tu mundo interno, y nosotros facilitamos la exploración y transformación.
Un proceso en el que la identidad, la emoción, la narrativa y el contexto personal (familia, trabajo, entorno isleño) se integran.
Mejora en la forma de relacionarte con tus pensamientos, menos sufrimiento, menos evitación, más funcionalidad y sentido.
Un acompañamiento cercano en Santa Cruz de Tenerife, adaptado a las realidades de Canarias.
Reflexiones finales y recomendaciones prácticas
Si estás lidiando con obsesiones o pensamientos intrusivos, te animamos a:
No luchar contra el pensamiento como enemigo, sino preguntarte: ¿qué significa para mí?
Observar el patrón: ¿qué hago cuando aparecen esos pensamientos? ¿Qué hago para esquivarlos o neutralizarlos?
Explorar la emoción, la corporalidad, la historia que acompaña a ese pensamiento.
Considerar acudir a un profesional que trabaje desde un modelo que incluya identidad, narrativa, experiencia y contexto —como hacemos nosotros en Tenerife.
Ser paciente: el cambio estructural lleva tiempo, pero permite resultados más duraderos que solo “controlar síntomas”.




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